lunes, 31 de enero de 2011

REFLEXIÓN DEL BLOQUE VI

REFLEXIÓN DEL BLOQUE VI

En este último tema hemos aprendido a crear textos para niños, desde un cuento hasta una poesía. Para esto, lo primero que debemos saber es que entendemos por poesía y si es lo correcto o no.
A continuación veremos como se diferencia el verso de la prosa porque es muy importante. Las formas de diferenciarlo son: la visual, a través de la lectura y a través del grado de función poética que usemos con ella.
Hay que tener en cuenta en los versos las siguientes características:
-         La rima, la cual, puede ser asonante (amigo-camino) o consonante (contigo-amigo). Esto es lo primero que se pierde en la poesía, por lo que quiere decir que no es una característica esencial para determinar si es verso o no.
-         El ritmo, el cual, es necesario marcarlo bien porque es lo que ayuda y gusta al niño. El mismo número de palabras y donde van acentuadas es lo que da el ritmo.
Para hacer poesía es indispensable saber hacer ritmo.
“Un soneto me manda hacer Violante
y en mi vida me he visto en tal aprieto”,
-         La estructura es muy importante para no confundir poesía con prosa, puesto que en la prosa va todo seguido, justo lo contrario a la poesía.

Otra forma de diferenciar la poesía de la prosa es a través de la función poética donde encontramos variedad de figuras literarias como la adjetivación, la metáfora, la comparación…
A continuación pondremos algunos ejemplos que hemos hecho en clase.

Metáfora à identificación de dos términos.

“Las perlas de tu boca”
“Los dientes de tu boca”

Comparación à compara dos términos.

Encadenado à el encadenado de palabras, da cadencia al poema, función poética.

El campo es verde,
El verde es un color,
El color es una luz,
La luz es alegría,
Alegría es la que me das tú.

También podemos hacer poemas de preguntas y respuestas, usando el porqué, de cuándo, de qué. La pregunta, respuesta, es lo que da ritmo al poema.
En cuanto a la letanía, es una poesía compuesta por frases que dan lugar a un verso. Cada verso es una frase, donde todas hablan de lo mismo. Hay que tener en cuenta, que estos versos pueden estar formados o no por figuras literarias como el que veremos a continuación. Una letanía con comparación.

El sol es como una bombilla.
El sol es como un tigre.
El sol es como un radiador.
Lo que da ritmo a la letanía es la repetición de “el sol es como…”.
Esta letanía se puede convertir en metáfora quitándole el “como”, y si quitamos “el sol” en vez de “como” se convierte en una adivinanza.

También podemos hacer un acróstico, que se puede hacer con una frase o una palabra, la cual, se escribe verticalmente y de cada letra se forma una palabra.

Para terminar el tema hemos tenido que elaborar un texto literario en formato libro. Algunos ejemplos que hemos visto en clase son:
-         Libros Bayeta, son libros con forma.
-         Carpetas de portafolios.
-         Libros en forma de triángulo hecho con cartulinas dobladas.
-         Portafolios hechos con fotos creando una historia.
-         Hay libros que han sido creados por niños y otros por maestros.
Para esto, tenemos que saber que estrategias es la más adecuada para la historia y el material que queremos crear.
Como hemos podido comprobar a la hora de crear el material, es que crear una historia para los niños no es tan difícil, lo difícil es elegir el tema sobre que escribir, solo tenemos que tener en cuenta las siguientes características:
-         Frases cortas.
-         Vocabulario sencillo.
-         Ser creativos.
-         Tener en cuenta la psicología de los niños.
-         Tener en cuenta los gustos e intereses de los niños.
-         Tener en cuenta la realidad del aula.
-         Emisor: con el que el niño se sienta identificado, como por ejemplo, otro niño.
-         Que el tema este basado en sus intereses.
-         Que el tiempo sea indeterminado.
-         La estructura puede ser acumulativa o básica (planteamiento, nudo y desenlace).
-         El lenguaje, como hemos dicho, tiene que ser claro, sencillo, formado por frases cortas y simples.

Para escribir una historia para niños, tenemos que escuchar y mirar mucho a los niños, porque las mejores historias surgen de conversaciones reales entre ellos.
Gianni Rodari escribió de todo esto en su libro Gramática de la fantasía, donde habló de todas las técnicas que el escribió y donde dijo que todos los niños son creativos por naturaleza hasta que la pierden a los nueve años aproximadamente, que es por esto por lo que crea esas estrategias para potenciar la creatividad de los niños e intentar que no la pierdan.

A modo de conclusión este tema me ha parecido muy productivo porque además de ver como podemos usar las figuras retóricas con las que tanto nos han machacado a lo largo de nuestra educación, hemos visto los materiales que podíamos crear para nuestros futuros alumnos y hemos aprendido de los que han hecho nuestras compañeras.

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